Árbitros de fútbol, esos jueces que imparten "justicia" sobre un terreno de juego, esos seres que se creen por encima del bien y del mal, esos personajes que son incapaces de rectificar sus errores, y ya sabeis que rectificar es de sabios, dicho queda.

Árbitros, esa gente anacrónica que vive aún en el pasado, en plena era de Internet, en la era del video-streaming, en la del Ojo de Halcón que tecnológicamente reparte verdadera justicia y equidad.

Resulta indignante que el destino de un país, de una selección nacional esté en manos de una sola persona, por el capricho o el ego de un arbitrucho del tres al cuarto...Que no nos pase nada.

Del circo de la F1 mejor ni hablamos...