Lunes de resaca como pondría de titular un nada original periodista deportivo en su columna de opinión, pero lo malo es que es para mí es así, aún sigo de resaca tras el Sábado y aún sigo cabreado con las malas maneras que me echaron del Honky Tonk, por "tocar" a una camarera.
Pues eso, que sigo cabreado por las formas barriobajeras de esta gentuza, y tampoco me encuentro muy fluído, así que voy a hacer un copy & paste y desviaré mi ira hacia un personaje que odio profundamente: José Mourinho.
Lo siguiente será hacer una campaña de desprestigio a este local nocturno...
Pues eso, que sigo cabreado por las formas barriobajeras de esta gentuza, y tampoco me encuentro muy fluído, así que voy a hacer un copy & paste y desviaré mi ira hacia un personaje que odio profundamente: José Mourinho.
Lo siguiente será hacer una campaña de desprestigio a este local nocturno...
A LAS DIEZ NO HAY MANERA (José Miguélez - Sportyou)
El mundo conspira contra Mourinho. Y así no hay manera, el Barça se escapa. Porque, claro, el césped del Bernabéu es un patatal. Y ya no, pero Valdano visitaba Valdebebas, bajaba a los vestuarios y viajaba con el primer equipo. Y la afición es muy fría. Y al Camp Nou la gente va con suplentes. Y a Messi no le hacen tantas faltas como a Cristiano. Y en el propio Madrid, los empleados no se le unen para denunciar los 13 errores de Clos ante el Sevilla. Y le hacen jugar en lunes y le obligan así a disfrutar de un día más de descanso. Y luego no le dejan jugar en viernes y le obligan así a disfrutar de un día menos de descanso. Y los rivales se sientan delante de su hijo cuando lo que toca es celebrar un gol con él. Y a Guardiola le protege la prensa de Barcelona. Y después de gastarse 87 millones en fichajes, va el club y se resiste a contratar un nuevo nueve en invierno. Y las entradas de roja de los demás, los árbitros las hacen amarillas. Pero las amarillas del Madrid, las vuelven rojas. Y un árbitro que corre, que se equivoque, vale, pero uno que está parado, que no vea las manos en las faltas de Cristiano… Y Pedro León no es Zidane. Y los comités sólo se fijan en él. Y sin Pepe no hay quien juegue bien. Y la plantilla del Madrid no está acostumbrada a jugar dos partidos a la semana. Y en la UEFA existe un reglamento para él y otro distinto para los demás entrenadores. Y cientos y cientos de agravios e injusticias más que ilustran una indisimulada manía persecutoria. Y por si no fuera suficiente, ahora le hacen jugar a las diez (también al Depor, pero es lo de menos). Y así, la verdad, no hay manera.