Extendido a lo largo de un tajo, Arcos de la Frontera se puede sentir orgulloso de estar considerado como uno de los pueblos más bonitos de España. Un paseo por sus blancas y empinadas calles, evoca en numerosos momentos la sensación de estar paseando por el norte de África, Chefchaouen, por ejemplo.
Esta impronta árabe se ve rota a cada momento por las fachadas renacentistas o platerescas que hacen resaltar su presencia entre la blancura de sus calles y los arcos que cruzan de una acera a otra. Y guardando las esquinas, columnas procedentes de quien sabe donde...
Arcos de la Frontera está situado a 85 km. al nordeste de la capital gaditana, el pueblo aparece sobre un cerro a la orilla derecha del río Guadalete, con la Basílica de Santa María de la Asunción en su cima, que rivaliza con la Iglesia y antigua colegiata de San Pedro en el otro extremo de su casco histórico. Desde la carretera se asemeja muchísimo a una casbah marroquí.
Este viajero de turno pasó el día callejeando por su casco histórico, entre miradores y rincones hermosos como la Plaza del Cabildo y Plaza del Cananeo y finalizando, tal vez algo saturado de tanta cal y sobreexposición a los siempre fascinantes pueblos blancos andaluces...
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