Lo único que puedo salvar de todo este cúmulo de despropósitos llamado El Hormiguero, es el momento de el Kiosco de Juan y Damián, toda una ácida y satírica sección donde los irreverentes colaboradores de Pablo Motos destripan y ridiculizan sin compasión a las distintas revistas que se publican en nuestro país, desde la revista Jara y Sedal hasta las publicaciones de Cocina gay.
Anoche me llevé una grata sorpresa al descubrir a Oona Chaplin en el programa, simpática, pizpireta y encima está buenorra.
[Jandro, recordando cuando le dieron la pedrá de chico]
Pero bueno, aparte de eso, tampoco me puedo quejar mucho, apenas veo la tele.
Desde aquí le recomendaría Pablo Motos y sus colaboradores es que regresaran a sus orígenes en M80 Radio con su excelente programa que fué aquel No somos nadie .
Ale! he dicho, con razón luego Alberto el dublinés me dice que soy un dogmático.