POSTCARDS FROM NYC (I)

junio 21, 2013


La verdad es que no sé por donde empezar la crónica de mi primera parada estadounidense, ¿Qué hago? Lo normal es que escribiera una que estuviera ordenada cronológicamente, pero no me veo con la capacidad creativa de elaborar textos que sean un paradigma para los escritores de guías de viajes, no es mi pretensión, ni creo que lo consiguiera. Escribir no es mi fuerte.

A raíz de esta divagación, entre mis compañeros de viaje, surgió un debate sobre las guías de viaje, ¿Cúales son las mejores? ¿ Las que se limitan a guiarte y recomendarte los "must" turísticos o las que establecen rutas más alternativas y auténticas? ¿Es  mejor seguir un guión o ruta preestablecida? ¿Hasta donde tenemos que hacer caso a las guías de viaje? ¿Donde está la línea que separa lo turístico de lo auténtico?

Una cosa si está clara a la hora de visitar Nueva York, hay que elaborarse una ruta previa, sobretodo teniendo en cuenta que teníamos 4 días y un apartamento alquilado en la 143, al norte de Harlem, algo alejado de los principales puntos de interés. Otro aspecto importante es lo poco intuitivo que puede llegar a ser el metro de NY.

Y como no...la meteorología también influye en estos casos, la tormenta tropical que nos sorprendió durante dos días en la ciudad, limitó bastante nuestros planes. La sensación que se deja uno al abandonar NY es agridulce, que no la has saboreado lo suficiente, lo inabarcable y apabullantede sus propuestas, el trazado de tablero de ajedrez de Manhattan con sus calles rectas y sus rascacielos acentúa la sensación de sentirse atrapado irremediablemente.

Otro aspecto a destacar de esta gran urbe es la amabilidad del neoyorkino, siempre dispuesto a ayudar al despistado turista, una vez más mis prejuicios se desmoronaron.
También es asombroso comprobar que solo basta cruzar una calle o una manzana para que el paisaje urbano y sus "persons"cambie por completo, sales de una zona plagada de yuppies en los afterworks para adentrarte en otra con hipsters mirando discos en tiendas vintage.

Mis crónicas estadounidenses se centrarán más en lo visual, a modo de postales, hoy me centraré en el tradicional barrio afro-americano de Harlem.


















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