STAR WARS VII: QUE EL MERCHANDISING TE ACOMPAÑE
enero 02, 2016
STAR WARS. EPISODIO VII: EL DESPERTAR DE LA FUERZA
Director: J.J Abrams
Duración: 135 min.
Sinopsis: Treinta años después de la victoria de la Alianza Rebelde sobre la segunda Estrella de la Muerte (hechos narrados en el Episodio VI: El retorno del Jedi), la galaxia está todavía en guerra. Una nueva República se ha constituido, pero una siniestra organización, la Primera Orden, ha resurgido de las cenizas del Imperio Galáctico. A los héroes de antaño, que luchan ahora en la Resistencia, se suman nuevos héroes: Poe Dameron, un piloto de caza, Finn, un desertor de la Primera Orden, Rey, una joven chatarrera, y BB-8, un androide rodante. Todos ellos luchan contra las fuerzas del Mal: el Capitán Phasma, de la Primera Orden, y Kylo Ren, un temible y misterioso personaje que empuña un sable de luz roja.
(ESTA CRÍTICA NO CONTIENE SPOILERS)
Antes de comenzar la crítica, cabe uno preguntarse a sí mismo: ¿Soy yo un fan de la saga de Star Wars? No sabría responder de una manera rotunda con un sí o un no, tampoco fuí de esos que me saqué la entrada meses antes para la fecha del estreno, ni desempolvé ningún traje para la ocasión, si tengo que decir que me sorprendí al tener, quizá, de manera inconsciente alguna camiseta, cuaderno y muñecos de la saga.
Es más que evidente "la fuerza nostalgica" de Star Wars entre la gente que nació a mitad de los 70 y principios de los 80, la saga espacial supuso todo un hito para toda esa generación de treintañeros/cuarentones que vivió la explosión del cine juvenil de los ochenta y del merchandising.
Si dejamos de lado la trilogía que comenzó con La amenaza fantasma, tres episodios, más o menos afortunados e irregulares, que servían de precuela, el episodio VII, supone la continuación natural al episodio de El retorno del Jedi.
J.J ABRAMS Y LA INDUSTRIA DE LA NOSTALGIA
En esta ocasión, y tras un bombardeo publicitario despiadado y continuado, el "hype" ha estado a la altura de las expectativas, El despertar de la fuerza, simplemente da lo que prometía, J.J Abrams, podrá ser cualquier cosa menos tonto, aparte de no saber darle un final coherente a sus series, es un tipo muy cuco y ha sabido apelar y tocar la fibra sensible del seguidor más o menos fiel de la saga, ha tocado esos ancestrales mecanismos que nos retrotraen a nuestra niñez.
En cierto modo, volver a esa nostalgia ochentera, que tan sobredimensionada y machacada está ultimamente en la industria del cine, tampoco ha sido tan difícil, Abrams, ha sabido tocar las teclas acertadas, volver a la misma fórmula que siempre ha funcionado, los mismos personajes, ese medido tempo del espectáculo compensando la acción y la comedia, la misma artesanía a la hora de componer las criaturas, escenarios y efectos especiales.
Abrams (y la billetera) ha vuelto a reunir a esos personajes que permanecerán para siempre en nuestro imaginario colectivo: Han Solo, Luke Skywalker, Princesa Leia, Chewbacca, C3PO, R2D2, EL Halcón Milenario...La sala vitoreaba, aullaba y aplaudía cada aparición de los personajes durante la sesión. Y eso no recuerdo haberlo vivido nunca en una sala de cine.
Más allá de sus nuevos personajes (Finn, el Trooper desertor, Rey, la chatarrera que posee "la fuerza", el simpático robot-balón BB-8 y el nuevo villano Kylo Ren con sus dudas existenciales) que tienen suficiente empaque y un arco dramático que prometen horas de diversión...El espectador no puede obviar que El despertar de la fuerza, es calcada argumentalmente al episodio IV: Una nueva esperanza, es simple y llanamente un remake, reboot, o como ustedes prefieran etiquetarlo de la saga Star Wars.
¿Pero saben lo que les digo? Me da igual, me lo pasé en grande, me divertí y me emocioné durante más de dos horas de metraje, aquella noche en la sala 10 de Kinépolis, un servidor volvió a ser un niño grande.
PUNTUACIÓN:
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