CRÓNICAS MARADONIANAS: LA BOCA

diciembre 20, 2011

La sensación  que se lleva uno al bajar del taxi y encontrarse de frente a la calle-museo de Caminito en el barrio de La Boca es de encontrarme metafóricamente en una isla paradisiaca en medio de un océano.


 La pintoresca calle Caminito (llamada así en homenaje al famoso tango del mismo nombre) y sus calles aledañas tienen mucho de ser un decorado impostado, para que vamos a negarlo, orientadas descaradamente al turismo. El despistado turista como se aleje varias cuadras de la zona turística puede encontrarse de bruces con la verdadera realidad de lo que es el barrio de La Boca, un barrio muy humilde, algo hostil, quizás peligroso en el sentido de que te pueden dejar sin tu cámara réflex y sin dinero..pero sólo quizás, me lo ha contado la gente de allí.


A pesar de esta contradicción: Por un lado muy turística y por el otro "hostil", el barrio de La Boca es el primero que se fundó en Buenos Aires, su nombre se debe a que se ubica en la desembocadura del riachuelo del Río de la Plata.



Desde su fundación en 1536, La Boca era el principal puerto de Buenos Aires y sus casas aledañas eran utilizadas como saladeros y barracones para los esclavos negros.

Al ser la zona de mayor entrada de barcos, a finales del siglo XIX comenzó a ser habitado por inmigrantes italianos, principalmente genoveses, que le dieron su fisonomía actual. Los inmigrantes se agrupaban en Conventillos (patio de vecinos) y pintaban sus casas con los sobrantes de pintura que traían los marineros, como la pintura no alcanzaba para pintar una casa de un mismo color, se utilizaron diversos colores para pintarlas.




Aparentemente, en el origen del barrio los colores no fueron ni tan vivos ni tan llamativos como aparecen en la actualidad en la calle Caminito y su entorno. Habría sido el pintor Benito Quinquela Martín (habitante del barrio) quien reinterpretara la tradición del lugar en la década de los 50.

Posteriormente, asesoró a sus vecinos para que utilizasen estos colores más vivos y variados. También se usaron estos colores para los edificios que donó al barrio: la Escuela-Museoy la Escuela de Artes Gráficas.



 Si uno se abstrae de todo y se deja llevar por la belleza de este barrio, viajará a los tiempos donde este barrio marinero, de inmigrantes de tradición marinera y arrabalera fué el verdadero origen de la actual ciudad de Buenos Aires.




(Hablamos en el próximo post del Boca Juniors)


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