Decir que Viena es la capital de Austria es tan obvio como decir que es una ciudad imperial, majestuosa, señorial, monumental y moderna...pues sí, Viena es asín...Obvio es decir también que hordas de turistas (entre los que yo me incluyo) la asaltan cada año y a su vez son asaltados recíprocamente por los impasibles vieneses del sector turístico, por ejemplo: un típico café vienés 6 Euros en una taberna aparentemente normalucha.
Sólo me queda el consuelo de que nuestros compatriotas (o no) barceloneses se toman la venganza en mi nombre y estafan sin escrúpulos por una paella en las ramblas a incautos turistas vieneses.

En fin, a lo que iba, hablar de Viena es hablar de siglos pasados de dominación feudal y de imperios gloriosos que dominaron Europa, de secretos palaciegos al estilo "Las amistades peligrosas" protagonizados por la mitificada y "adelantada a su época" niña pija de Sisi emperatriz, obsesiones por las arquitecturas barrocas, genios de la música como un tal Mozart y Strauss, de la aristocracia fina que por mí se podían ir a zurrir mierdas con un látigo, de calles, estatuas y fuentes bellas, impolutas y silenciosas testigos de tiempos pasados. Aaaaay! (suspiro meloso) VIENA! ciudad perfecta para los enamorados que pelan la pava, con permiso de París...



En definitiva, y perdón por haber sido tan superficial...quien va a Viena corre el serio peligro de sufrir un "síndrome de Stendhal" o algo parecido, o eso o eres como Gonzalo, y cito palabras textuales suyas: - ¿Vas a Viena? !Puagh! ¡Estoy hasta la polla de Viena! -


Iré subiendo fotos al Picasa en los sucesivos días, ¡porque esta vez sí! las imágenes valen más que las palabras, y si le añadimos de que son mis palabras, la imagen es un plus más y porque las mejores instantáneas se han quedado en una tarjeta SD que ahora mismo está en Dublín y no vuelve hasta el Domingo.

Próximamente: Budapest y Bratislava.

Ale Adiós!! (Portazo)