Sin tomar partido ni plantearse cuestiones morales, sobre la presencia del ejército norteamericano en suelo iraquí, la película The Hurt Locker de Kathryn Bigelow nos narra la cuenta atrás de los 40 días que les resta a una brigada de artificieros para abandonar el servicio durante la ocupación de Iraq.

La película te mete de lleno en el corazón del conflicto. Y lo hace sin coartadas de ninguna clase, ya que no pretende sacar conclusiones, ni teorizar sobre los motivos y consecuencias de la guerra. Lo que The Hurt Locker cuenta es el día a día del grupo de artificieros del ejército americano. Todos los días hay bombas que desactivar y francotiradores a los que exponerse. La película se sitúa a pie de calle, y bajo el tórrido sol, nos enseña como es el trabajo de estas personas, que se juegan la vida en cada paso que dan. No importa que los motivos por los que están allí sean legítimos o no. No se trata de eso. Se trata de mostrar el peligro, el riesgo y la adrenalina que se desprende cuando un grupo de personas se someten a situaciones límite cada día.

En definitiva es una correcta y amena película con un aire a pseudo-documental que contine escenas muy buenas, en especial la parte de los francotiradores.





Lo mejor: Los demoledores y adrenalíticos primeros veinte minutos del film.

Lo peor: su desproporcionada campaña para los oscars haciendo que el espectador no llegue a alcanzar sus expectativas y la sensación de que estés delante de un videojuego que no puedes manejar.

Puntuación: 6