Este fin de semana ha sido tranquilo por la parte que me toca, he visto películas insulsas de trenes desbocados: Unstoppable, he revisionado películas míticas como: La muerte tenía un precio, he visto partidos de fútbol sacados de día de la marmota,( Sin comentarios) duelos españoles en MotoGP como si de una metáfora de las dos Españas se tratara y he terminado de leer el libro que tenía estas últimas semanas entre manos; Con los perdedores del mejor de los mundos, el último libro del periodista alemán Günter Wallraff.

Günter Wallraff se dedica a la investigación encubierta, podría decirse que lleva años sacando los trapos sucios de las grandes multinacionales a la calle. Pone en ridículo a grandes empresarios explotadores y respetados chefs de alta cocina que luego resultan ser unos auténticos dictadores en los dominios de su restaurante.

Sus métodos son sencillos, infriltarse en las mismas entrañas de la empresa de turno para sacarle las vergüenzas y denunciar, entre otras, las condiciones de trabajadores de la cadena Starbucks y Lidl, los abusos de las líneas de atención al cliente, el mobbing en las empresas estatales para jubilaciones forzosas, tácticas mafiosas para criminalizar sindicatos y disolver comités de empresa, mostrar el día a día de los indigentes callejeros a muchos grados bajo cero en la gélida Alemania. Y el más difícil todavía, hacerse pasar por negro mediante un maquillaje que él defiende a capa y espada, pero que resulta poco convincente y quizás algo demagógico.

Sus reportajes televisivos y libros han dado resultado y gracias a él se han cambiado leyes y han despertado a muchos de su letargo, porque parece ser que no todo es tan bonito en la tan avanzada Alemania ni tan idílico como nos muestran en "Españoles en el mundo"