SANTOS TRINIDAD
febrero 20, 2012
Ayer por la tarde, aprovechando la coyuntura de la Gala de los premios Goya, me animé a ver "No habrá paz para los malvados" y así subirme al carro de las opiniones ventajistas de la que se antojaba como la gran triunfadora de la noche.
La cinta de Enrique Urbizu tiene el suficiente empaque para manternerte pegado a la pantalla durante su metraje, es fría, calculada con un ritmo pausado, que me recuerda bastante al cine de Michael Mann y está dotada con un prólogo y epílogo prodigiosos.
El verdadero encanto de la película recae totalmente en el personaje de Santos Trinidad. A pesar de ser un papel lleno de los típicos clichés del género policiaco, José Coronado logra con creces interpretar un papel memorable, lleno de matices, oscuro, taciturno, bipolar y lleno de personalidad.
Sin querer soltar spoilers, y más allá de los muchos agujeros del guión o situaciones inverosímiles que tiene el film, la trama te engancha y te atrapa irremediablemente.
Interesante film "noir" sin pretensiones que supera a la sobrevalorada La caja 507 y que se hubiese quedado en un film mediocre sin la potente presencia del personaje de Santos Trinidad.
En definitiva "No habrá paz para los malvados" es esa clase de películas que se sostiene gracias a un solo personaje, eclipsando al resto.
Aparte de todo eso, me sigo quedando con el western crepuscular, Blackthorn de Mateo Gil, como la película española del año.
La cinta de Enrique Urbizu tiene el suficiente empaque para manternerte pegado a la pantalla durante su metraje, es fría, calculada con un ritmo pausado, que me recuerda bastante al cine de Michael Mann y está dotada con un prólogo y epílogo prodigiosos.
El verdadero encanto de la película recae totalmente en el personaje de Santos Trinidad. A pesar de ser un papel lleno de los típicos clichés del género policiaco, José Coronado logra con creces interpretar un papel memorable, lleno de matices, oscuro, taciturno, bipolar y lleno de personalidad.
Sin querer soltar spoilers, y más allá de los muchos agujeros del guión o situaciones inverosímiles que tiene el film, la trama te engancha y te atrapa irremediablemente.
Interesante film "noir" sin pretensiones que supera a la sobrevalorada La caja 507 y que se hubiese quedado en un film mediocre sin la potente presencia del personaje de Santos Trinidad.
En definitiva "No habrá paz para los malvados" es esa clase de películas que se sostiene gracias a un solo personaje, eclipsando al resto.
Aparte de todo eso, me sigo quedando con el western crepuscular, Blackthorn de Mateo Gil, como la película española del año.
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