CRÓNICAS BALCÁNICAS: LIUBLIANA, MADRE DE DRAGONES

octubre 06, 2016

Detrás de tan ventajista y pomposo titular: Liubliana es una ciudad accesible, recogida y tranquila de no más de 279.000 habitantes que invita ser visitada a pie, de hecho, la capital de Eslovenia es la más pequeña de Europa.



Liubliana a simple vista no te asombra, ni sientes repentinamente un síndrome de Stendhal, Liubliana reposadamente te va encadilando, dicen que la joven capital eslovena es "La hija párvula de París y Viena" quizá exageraron un poco, pero no iban mal desencaminados. La grandeza de esta ciudad se basa en ser la confluencia de las corrientes centroeuropeas, mediterráneas y balcánicas. Yo diría que la sensación es la de estar paseando por una ciudad austrohúngara.

En realidad, Liubliana, es una ciudad a escala y puede ser recorrida en un sólo día, iniciamos nuestro paseo en el icónico Puente de los Dragones, el símbolo de la ciudad, cuenta la leyenda que Jasón y sus Argonautas después de conseguir el vellocino de oro, se encontraron en este lugar a un gran dragón al que vencieron, como no. El lugar de la lucha dio origen a la ciudad y así hasta ahora, así lo atestigua el escudo y la bandera de la ciudad.



El puente en sí tampoco es que tenga mucha historia, salvo por ser de estilo Secesión de Viena y  sus cuatro impresionantes dragones que lo flanquean, fue construIdo en 1901 para sustituir a uno de madera destruido. Dicen que también le llaman "El puente de las Suegras".































El puente cruza sobre el río Ljubanica, en los márgenes de este río es donde discurre la vida contemplativa de la ciudad y su barrio viejo se extiende en la ribera. Gracias a sus agradables veladores y terrazas podemos ver la vida pasar. En las dos orillas podemos ver como conviven graffitis en fachadas barrocas, renacentistas y modernistas. Tiendas de antigüedades con modernas heladerías decoradas al estilo industrial.


Zapatillas colgadas y candados en puentes: Vicios anti estéticos que se han convertido en una fotografía habitual de muchas ciudades del mundo, lamentablemente.

Mercado central


























































Sobre el barrio viejo se levanta una verde colina donde en lo alto reina el Castillo de Liubliana, obteniendo una entrada combinada del teleférico y el acceso a la fortaleza, podemos disfrutar de unas vistas inmejorables de toda la ciudad.

Cafetería en el castillo de Liubliana



 A los pies del castillo sigue extendiéndose el casco histórico donde nos encontramos con Stari Trg la Plaza vieja de forma alargada con su Ayuntamiento, Fuente de los Ríos de Carniola y la Catedral de San Nicolás, destacable por sus verdes cúpulas y sus puertas de bronce con curiosos altorrelieves de Papas.



Catedral de San Nicolás



Fuente de los ríos de Carniola

Stari Trg

Pero el centro neurálgico de Liubliana lo encontramos atravesando el Tromostovje (Puente Triple) donde nos encontramos con plaza Prešernov donde se levanta la escultura del poeta France Preseren, la arquitectura barroca de la otra orilla cambia para convertirse al más reciente estilo art noveau secesionista.
















Dejamos atrás el clásico y nostálgico "Mercado de las pulgas" que cada Domingo se asienta en Hribarjevo nabrežje para dirigirnos al norte de la ciudad donde nos encontramos con el Centro Cultural Autónomo Metelkova mesto, una especie de Tacheles en Berlín o Christiania en copenhague en su versión eslovena.




Bienvenidos a la república independiente de Metelkova
  Metelkova ocupa el lugar en el que se encontraba el cuartel militar de la calle Metelkova, en el centro de Liubliana. Originalmente fue encargado por el ejército austro-húngaro, desde 1882 hasta 1911. Desde 1945 hasta finales de junio de 1991 la zona estuvo en manos del Ejército Popular de Yugoslavia.


En 1990 se formó la Red de Metelkova, que consta de más de 200 organizaciones asociadas en el Movimiento por la Cultura de la Paz y la No Violencia para proponer un uso nuevo, pacífico y creativo de los cuarteles. En 1991 la Red de Metelkova solicitó formalmente al nuevo gobierno independiente esloveno tomar posesión del sitio abandonado. El municipio de Liubliana hizo algunas promesas de que la zona se pondría a la disposición de la cultura alternativa, pero hasta hoy no se ha concretado nada al respecto. Después de meses de espera se llevó a cabo la acción directa. 





Durante la noche del 10 y 11 septiembre de 1993 un grupo de alrededor de 200 productores alternativos y activistas ocuparon el antiguo cuartel militar con el fin de evitar su destrucción ilegal. Desde 1995 el espacio ha sido una zona autónoma auto-organizada. A pesar de que aún no ha logrado alcanzar un estatus legal adecuado, en 2005 la zona se registró parcialmente como patrimonio cultural nacional. 



A lo largo de su existencia, los proyectos de Metelkova mesto han sido apoyados por el estado y por los donantes municipales, así como por muchos patrocinadores locales e internacionales, embajadas extranjeras e institutos culturales. A pesar de ello, Metelkova mesto está más o menos constantemente amenazada: en 2006 uno de los edificios que se considera que se han erigido ilegalmente fue derribado y varias inspecciones continúan interrumpiendo eventos culturales. 




Y así, tras una intensa jornada dominical, damos por finalizada la visita a la ciudad, nos despedimos de la bohemia y afable capital eslovena. Na svidenje Ljubjana!

PRÓXIMA PARADA: LAGO BLED










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