Song Kang-ho, es un actor de cine surcoreano de 48 años, la suya es una carrera tardía e inesperada, su vena actoral comenzó en la Universidad participando en pequeños grupos de teatro sin haber estudiado interpretación.
En 1996, Song comenzó a aparecer en pequeños papeles para el cine y en 1997 formó parte del reparto de la película No. 3, como gangster encargado del entrenamiento de un grupo de novatos. Por este papel ganó el primer premio de relevancia en su carrera, en los "Goya croreanos". Song vio crecer su caché por su magnífica labor como secundario en varias producciones. A partir del 2000, Song consiguió sus primeros papeles de protagonista.
Actualmente, Song, es toda una estrella en su país, podríamos decir que es el Antonio Banderas, el Ricardo Darín o el Takeshi Kitano de Corea del Sur.
Song Kang-ho, es esa clase actores que imprimen a sus personajes, toda clase de dobles vertientes: Puede pasar de un apacible carácter hierático y dejado, a ser un torbellino de emociones, su lenguaje corporal, sus silencios y su talante de apariencia desastrada le hace ser un actor muy apto para la comedia, pero también para el drama.
Repasamos 3 personajes claves de su filmografía:
En este poderoso y oscuro thriller, Song, interpreta a un torpón y violento policía local que anda tras la pista de un asesino en serie, es aquí donde el actor saca a pasear su dotes tanto dramáticas como cómicas.
En este western ambientado en la Manchuria ocupada de los años 30, Song, interpreta (como no) a "el raro" de la película, un bandido inclasificable, traicionero, timorato y cómico a partes iguales, una película, nunca mejor dicho, raruna y fascinante.
En 1996, Song comenzó a aparecer en pequeños papeles para el cine y en 1997 formó parte del reparto de la película No. 3, como gangster encargado del entrenamiento de un grupo de novatos. Por este papel ganó el primer premio de relevancia en su carrera, en los "Goya croreanos". Song vio crecer su caché por su magnífica labor como secundario en varias producciones. A partir del 2000, Song consiguió sus primeros papeles de protagonista.
Actualmente, Song, es toda una estrella en su país, podríamos decir que es el Antonio Banderas, el Ricardo Darín o el Takeshi Kitano de Corea del Sur.
Song Kang-ho, es esa clase actores que imprimen a sus personajes, toda clase de dobles vertientes: Puede pasar de un apacible carácter hierático y dejado, a ser un torbellino de emociones, su lenguaje corporal, sus silencios y su talante de apariencia desastrada le hace ser un actor muy apto para la comedia, pero también para el drama.
Repasamos 3 personajes claves de su filmografía:
MEMORIES OF MURDER (Bong Joon-ho, 2003)
En este poderoso y oscuro thriller, Song, interpreta a un torpón y violento policía local que anda tras la pista de un asesino en serie, es aquí donde el actor saca a pasear su dotes tanto dramáticas como cómicas.
EL BUENO, EL MALO Y EL RARO (Kim Jee-woon, 2008)
SIMPATHY FOR MR. VENGEANCE (Park Chan-wook,2002)
¿Hay algo más poderoso que la venganza? Posiblemente no, y posiblemente este sea el mejor papel interpretado por el actor surcoreano, en esta ocasión, Song, se mete en el personaje de un padre movido por los más puros instintos de venganza, de como un empresario, padre de familia sufre el secuestro de su hija de 4 años, y de cómo se mete en una espiral de violencia incontrolada. Me quedo con la reflexión final del padre.
En definitiva, Song Kang-ho es un actor que no deja indiferente, raro es que la industria de Hollywood, no se haya fijado en un actor dotado de tanta personalidad, quizá el primer paso lo haya dado con la reciente película Snowpiercer (Rompenieves) (entre las mejores del año pasado según LMD) que tuvo pretensiones de difusión americana, dado su elenco internacional, ¿Se fijarían en él los productores americanos? Seguramente sí, veremos...