La cantidad y la calidad no van reñidas si tenemos que hablar de Woody Allen. La última película del neoyorkino, es un claro ejemplo de calidad dentro de su cuantiosa carrera, 43 películas en 42 años.

Woody Allen lleva ya unos años rodando en Europa, filmando "guías Lonely Planet" de ciudades al mejor postor, (Barcelona, Londres y París) gran culpa de este asentamiento europeo se debe a la búsqueda por parte de Woody de productoras que ya le daban la espalda en Hollywood, y como buen judío en busca de pasta la ha encontrado con la productora MediaPro del catalán Jaume Roures, prueba de ello la tuvimos con aquel despropósito de película llena de topicazos llamada Vicky Cristina Barcelona.

(Con la histérica sobrevalorada Penélope Cruz y el engreído Javier Bardem)

 Midnight in Paris no se escapa de los topicazos, al contrario, se recrea en ellos hasta convertirlos en un manual de viajes para turistas americanos ansiosos de arte europeo, es un recorrido cultural por los mejores años de la capital francesa.

Ante la pantalla van desfilando: Picasso, Buñuel, Dalí (genial Adrien Brody), Hemingway, Toulouse-Lautrec, Scott Fitzgerald y muchos otros personajes culturales de gran importancia, desde Mach Point no habíamos vuelto a disfrutar de ese Woody genuino. Película ésta que tiene como antecedente La rosa púrpura del Cairo, con personajes soñadores que intentan evadirse de la cruda realidad en busca de una más feliz.

Guión ingenioso y original que nos hace introducirnos en el personaje de Owen Wilson queriendo compartir en cierta forma sus inquietudes y su búsqueda de la felicidad a través de los viajes en el tiempo. Y así oscila la película, entre el drama, la comedia y la ciencia-Ficción (sobretodo al reflejar a los parisinos como personas amables y serviciales). Hay que destacar el estupendo  trabajo de Marion Cotillard a pesar del pésimo doblaje de la película (creando situaciones absurdas), especialmente se cebaron con ella...

Puntuación: 7