CRÓNICAS BÁLTICAS: PARQUE NACIONAL LAHEMAA (II)

octubre 16, 2019



Seguimos explorando el impresionante y bucólico Parque Nacional Lahemaa, iniciamos jornada en la Capilla Esku, ubicada en medio de un frondoso bosque, fue construida en 1845 por la familia von Fock de la cercana Mansión Sagadi. Fue diseñado para su uso, así como un lugar de entierro para las familias agrícolas locales. Su jardín fue rediseñado como cementerio a instancias del barón Paul Eduard von Fock, este entorno es diferente a cualquier otro que se pueda encontrar en Estonia, lo que lo hace un lugar único con sus tumbas de cruces de madera y de hierro oxidado casi mimetizadas con el bosque.












Nuestro siguiente paso nos lleva al sendero circular del bosque primitivo de Oandu, una ruta bien señalizada de 5 km. a lo largo del camino cubierto de musgo y helechos, en realidad es difícil que podamos encontrarnos con la fauna local que habita el bosque (osos, jabalís, castores, lobos, linces...) pero el hecho de saber que andan por allí le da un toque especial a este frondoso y húmedo bosque, del paso de estos animales podemos encontrar indicios como troncos de árboles pelados por la cornamenta de los alces o las uñas de los osos y las presas de los castores, una pequeña ruta senderista en un bosque muy recomendable, posiblemente uno de los bosques más bonitos que he tenido la oportunidad de pasear.
















Otra cita imprescindible en Lahemaa la encontramos en la aldea de Käsmu, llamada también como "El pueblo del Capitán" donde nos encontramos con un museo marítimo que en realidad es la casa de una familia, en la que un autentico lobo de mar ha ido recopilando una ecléctica colección de objetos de lo mas variopintos relacionados con la navegación, construcción de barcos y la historia marinera de la zona, pudiendo encontrar desde una gran maqueta, fotos antiguas, pasando por un sextante, cartas de navegación, herramientas, incluso un álbum con postales antiguas. El lugar es bastante interesante, literalmente es meterse en la casa de una familia y visitar todas sus estancias. Previo pago de 3 Euros, muy gustosamente pagados.














Continuamos en la pequeña península de Käsmu, por el llamado Paseo de las Rocas, un litoral salpicado de enormes rocas arrastradas por el hielo en retroceso de la última glaciación. Esta hilera rocosa forma un increíble afloramiento en las aguas poco profundas y otorga un aspecto fascinante al entorno. Jüri, (Le ponen nombre a una roca) con 5,5 m., es la roca más alta del conjunto.











Nos dirigimos ahora hacia el pueblo pesquero de Altja, al este  del parque, la aldea bordea el abrupto litoral de la reserva, algo más alejado, en la playa se sitúan las primeras cabañas de madera originales que dieron origen al pueblo, con su techo de paja, le otorgan a la población un aspecto de museo al aire libre, nos retrotrae a una época pasada en la que la supervivencia de sus habitantes dependía del mar.















Nuestra última parada será en un complejo abandonado de viviendas militares soviéticas cerca de la aldea de Suurpea.













Y finalizamos así, nuestra estancia y recorrido por el fascinante Parque Nacional Lahemaa, un lugar único e imprescindible visitar en estas tierras estonias. Por nuestra parte, las Crónicas Bálticas siguen su curso en próximas entregas.








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