Un veinteañero ayuda a sus padres a regentar el destartalado motel del apacible y tranquilo pueblo que ya he mencionado...están ahogados por las deudas y el banco está a punto de embargarles la propiedad.

Una mañana lee en el periódico local que el ayuntamiento de su localidad ha denegado el permiso a unos promotores para organizar un festival de música, entonces se le enciende la bombilla...se pone en contacto con ellos para ofrecerles su motel y sus terrenos...el festival se iba a llamar Woodstock.

Así arranca la historia real de Elliott Tiber, un personaje que jugó un papel decisivo e involuntario para que se celebrara el festival más importante de la historia.

Destino: Woodstock (Ang Lee) es una adaptación libre del libro escrito por el propio Elliot y lo que pasó antes, durante y después del festival y a todos lo que hicieron posible tal evento: las negociaciones, los preparativos, la llegada en masa de más de 500,000 personas al evento y en definitiva es un homenaje y guiño sin malicia alguna a todo el Staff técnico y organizativo que hizo posible lo que fué más que un simple festival...

Una Comedia agradable que se deja ver bastante bien, donde las dos horas de metraje se pasan volando...

Los que realmente quieran ver lo que fué el festival en sí musicalmente hablando tendrán que ver el documental de 1970.