En mis vacaciones en Portugal comencé a leer un libro que me me habían recomendado encarecidamente Lola, mi compañera y Alberto, el mismo prestador del libro. Y he de decir que ha resultado ser una grata sorpresa, se trata de La conjura de los necios, novela póstuma de John Kennedy Toole que no pudo ver en vida el éxito y posteriores colección de premios que reunió este best-seller ya que se suicidó antes de ver editados ninguno de sus manuscritos y que gracias a la constancia de su madre se publicaron bastante años después ya que consideraba que la novela tenía bastante calidad, no se equivocaba.