Con motivo de sentencia, sobre la reclamación presentada por una tal Telma Ortiz ante la justicia en su demanda contra mas de 50 medios de comunicación, se abre un debate que hace ya tiempo que nos debíamos de plantear, sobre los límites del derecho a la información que choca frontalmente con el derecho a la intimidad.


¿Hasta dónde puede llegar la prensa? ¿Es lícito que los periodistas se aposten frente al domicilio de cualquier famoso y sigan todos sus movimientos?

La cuestión esencial es si los personajes públicos tienen o no derecho a la intimidad y hasta dónde y cómo pueden protegerla.

Todos recordamos hace unos años como unos “periodistas” seguían a Francisco Rivera Ordoñez el torero por la ruptura de su relación con la hija de una noble a la salida de su domicilio de forma inmisericorde, haciendo unas preguntas absurdas, llegando incluso a los insultos o a provocaciones para que el famoso en cuestión se enfadara y saliera en las imágenes cabreado.


Hace poco ha ocurrido algo similar con Andrés Pajares, que en su “locura” en que esta sumido actualmente entró al trapo fácilmente, y luego es el motivo principal de los programas del corazón de nuestras televisiones, llevando a personajes secundarios para que “larguen” todo lo que puedan sobre el famoso en cuestión.

Tampoco podemos olvidar hace unos meses, en cierta televisión hablando de la vida privada y sus relaciones de Encarna Sánchez, persona que hace ya unos cuantos que falleció, y que no puede defenderse, sacabndo a relucir los trapos sucios y la herencia de dicha famosa locutora.
Y como no, otra famosa que ha dado mucho que hablar a la prensa del corazón, es la de la Pantoja, faltando al respeto, insultandola, etc. Etc., sin ningún límite ni recato a la hora de tratarla.

Yo entiendo que si una persona, famosa o no, vende su imagen, luego pueda ocurrir que hablen de esa persona con mas o menor intensidad. Pero creo que todo tiene que hacerse dentro de unos límites.

¿Es lícito que los medios de comunicación, puedan hacer y deshacer sobre una persona, famosa o no a su antojo y sin ningún límite?

Pienso que debe de desarrollarse una Ley que límite estos abusos y permita proteger a los ciudadanos en su intimidad de los medios de comunicación, sin olvidar el derecho a la información.

Campillo