Hoy me despierto con una noticia fatal. Ha muerto en su casa de Madrid a las cinco de la madrugada, a los 89 años el cineasta valenciano Luis García Berlanga, que llevaba unos meses en un estado de salud muy delicado, aunque pudo ver cómo le ponían su apellido a una sala de Cine de Madrid.

Berlanga era el rey de la comedia patria, creó un estilo propio, único, en el que siempre destacaban los actores secundarios, el plano secuencia era una de sus señas de identidad y la diversión estaba garantizada.

Con el maestro se va una época clave de nuestro cine, la que tuvo que trabajar durante el franquismo y burlar la censura.

Era un gran guionista y director que creó escuela e inspiró a muchos cineastas de todo el planeta.

La figura de Luis García Berlanga pasa a la historia como uno de los más grandes cineastas que ha habido nunca en España. Por suerte nos quedan sus películas, entre las que hay joyas como Bienvenido Mister Marshall, El verdugo, Calabuch, Plácido, La Vaquilla o La escopeta nacional

Mucho de lo bueno que tiene el cine español actual se lo debemos a Berlanga. Hoy podemos acuñar y definir situaciones absurdas y disparatadas como "berlanganianas"