Muchaaacho, que follón! vamos a ver, quien le mandaría a John Rambo (2009) meterse ya a su edad, talludito y con barriga en estos fregaos; resulta que el hombre vivía ya retirado en su chozo de bambú en la frontera con Birmania, permanecía alejado de movidas guerrilleras, con su barrigaca y su cuellaco, y como buen jubilado, sus quehaceres diarios eran la pesca de truchas y la caza de cobras para venderlas en el mercado de la esquina.

Pero en esto que llegan unos cooperantes internacionales de una ONG encabezados por una jamelga (la mujer de Dexter) y le piden ayuda para que les lleve a un poblado a curar y ayudar a unos birmanos que viven bajo la tiranía de un ejército paramilitar....total que Rambo los lleva en su barquichuela, los deja allí y que cada perro se lama su cipote.



Pero resulta que los birmanos chungos secuestran a los cooperantes. Rambo se entera y se engorila ante tal desaguisado, y aquí empieza la acción, o mejor dicho la casquería fina, porque a partir de aquí la cinta es una ida y venida de amputaciones, destripamientos, cuerpos desmenbrados, litros y litros de hemoglobina y lindezas varias. Una delicia para los amantes del gore, vaya.

El bueno de Sylvester Stallone dirige la película y el muy tuno se ha puesto para su personaje sólo dos folios de guión, él es un hombre de pocas palabras, pa que gastar energía y saliva pudiendo estar matando chinorris recién merendao.

El resto de metraje es puro arte cinematográfico que para sí quisieran los mantas de David Lynch, Scorsese o von Trier. Stallone va más allá con sus revolucionarios Flashbacks de sus pelis de los 80, cámaras manchadas de barro y un enrevesado trasfondo psicológico con rollos de héroe crepuscular atormentado renegando de su santa patria, los USA....esos.

Sinceramente, se me ha pasado la película volando.....ahora si me disculpan voy a limpiarme las gafas, tengo pedacitos de sesos sanguinolentos pegados a los cristales.



Puntuación: 5