Los años del miedo
noviembre 24, 2008
Aunque tenga la categoría de ensayo, en realidad se lee como una novela.
Los años del miedo de Juan Eslava Galán reconstruye la vida de los españoles en el período de posguerra como trazos de nuestra propia historia. Podemos acompañar a Franco en el desfile de la victoria o pasar hambre con los hijos de los encarcelados, e incluso tendremos que hacer cola con nuestra cartilla de racionamiento.
Dos personajes contrapuestos servirán para ir viendo la evolución de la sociedad en estos años, un joven hijo de un preso republicano que irá pasando por distintas penurias y trabajos que le permitirán malvivir aguantando estoicamente entre cartillas de racionamiento y cutres habitaciones, y un perfecto medrador que prospera a la sombra del régimen gracias al estraperlo y a las adecuadas amistades, llegando al culmen de organizar una montería para Franco. Con los comentarios propios de una barbería tendremos las opiniones de la época sobre la política de no intervención de España en la II Guerra Mundial, Gibraltar, las nuevas Cortes españolas… pero también sobre la visita de Evita, el gol de Zarra, o el éxito de la película Gilda (con el impagable boicot de curas y obispos). Toda una recomendable experiencia con una inestimable dosis de humor negro la de recorrer de la manera más agradable e instructiva estos tristes años (1939-1952) tan cercanos y tan lejanos a la vez, que marcaron la vida de varias generaciones y todo un país.
Puntuación: 8
6 Comments
Campillo, tienes un mensaje en el artículo anterior. Así que haz el favor de leerlo, me llevó 3 minutos (por lo menos)escribirlo.
ResponderEliminarNo lo diré dos veces.
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/11/25/rockandblog/1227585993.html
ResponderEliminarKitkate
Mensaje contestado, jeje.
ResponderEliminarKitkate, buen articulo el del Mundo.
Sobre el libro que recomiendas parece interesante, Ramix. Habrá que leerlo, ya te diré.
Campillo
Joder, el artículo este del Mundo no lo podía haber explicado mejor. Muy bueno.
ResponderEliminarUna reseña (como le gusta poner a mi amigo Ramix), las 15.000 entradas para el concierto de los AC/DC en el Palacio de los Deportes se agotaron en 4 horas, no digamos las de Coldplay (Al que asistí en directo) o las de Metallica, por poner un ejemplo de cómo sí se puede cuando la oferta es buena (Nótese que no hablo ni de Bisbales ni de Chenoas). Ahí lo dejo para la reflexión.
Muy bueno el artículo de El mundo, no se puede explicar mejor y confirma lo que todos ya sabemos:
ResponderEliminar1: LA CULTURA SE ESTÁ ARRINCONANDO A GUETTOS GAFAPASTILES HACIENDOLA UN CIRCULO CERRADO DE PEDANTES CUANDO NO DEBERIA SER ASÍ.
2: MADRID ESTÁ A AÑOS LUZ DE BARCELONA EN CUANTO A CULTURA EN GENERAL Y A GALAXIAS INTERESTELARES EN CUANTO A CULTURA MUSICAL (y no digamos ya Berlín o Londres)
3: QUE LOS VETUSTA MORLA SON UN PASTELACO
4: LA ACÚSTICA DE LA RIVIERA SIEMPRE HA SIDO LAMENTABLE PERO UN OASIS EN EL DESERTICO PANORAMA MADRILEÑO.
Vuelvo a poner como ejemplo la cultura musical que tienen paises como Islandia y Escocia.
Sobre las TV publicas:Si esto que os adjunyo ocurriera en Telemadrid, os imaginariais lo que se diria?:
ResponderEliminarApenas fueron unos instantes, la polémica viene a cuenta del capítulo de la serie Ventdelplà que la cadena pública TV3 emitió el pasado martes. En una de las escenas se ve perfectamente una pintada en la pared en la que aparecen las siglas del PP dentro de una diana.
Quien me decía que en TV· era la TV mas imparcial de toda España?
Sin co,emtarios.
Campillo